El Día Mundial contra el Trabajo Infantil se celebra el 12 de junio de cada año, con el objetivo de sensibilizar y denunciar la explotación infantil que se lleva a cabo en muchos países del mundo, donde se obliga a los niños a trabajar, negándoles todo derecho a la educación, la salud y una vida plena que le permita su desarrollo y bienestar integral.
El número de niños en situación de trabajo infantil supera los 160 millones, tras aumentar en 8.4 millones los menores que trabajan en los últimos cuatro años, la primera subida en dos décadas, según un informe presentado este miércoles por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El informe también calcula que como consecuencia de la pandemia para finales de 2022 otros 9 millones de niños corren peligro de ser víctimas de esta práctica, cifra que podría aumentar a 46 millones si no se ofrece la protección social necesaria.
El trabajo infantil en cifras
El 70% de los niños en esta situación (112 millones) trabajan en el sector agrícola y el trabajo infantil en zonas rurales es casi tres veces más frecuente que en zonas urbanas.
Tras el sector agrícola, el 20% de los niños que deben trabajar lo hacen en servicios (31.4 millones) y el 10% en la industria (16.5 millones).
El informe destacó un gran aumento en la cantidad de niños entre cinco y 11 años en situación de trabajo infantil, que constituyen la mitad de todos los casos a nivel mundial.
Además, el número de niños que realizan trabajos peligrosos que pueden dañar su salud o su seguridad se incrementó en 6.5 millones desde 2016, lo que hace un total de 79 millones de menores en peligro, según el informe.
Según la OIT y Unicef, el trabajo infantil es más frecuente entre los niños que entre las niñas, pero si se tienen en cuenta las tareas domésticas de más de 21 horas por semana, esta brecha se reduce.